Durante años, los expertos en aeronáutica han intentado encontrar alternativas a los lanzamientos espaciales que se conocen hoy en día – un cohete impulsado por un motor de propulsión química. La propuesta alternativa sería que los científicos empezaran a utilizar rayos láser o tecnología de microondas para lanzar las naves espaciales.
Bajo el nuevo enfoque, llamado rayos de propulsión térmica (BTP), los haces de luz o microondas brillan en una nave espacial, proporcionando la energía necesaria que hace falta para alcanzar la velocidad adecuada para dirigirse hacia la órbita terrestre baja (LEO).
En este momento, el lanzamiento espacial es exitoso cuando el extremo inferior del cohete se enciende. La subsiguiente quemadura controlada levanta desde el suelo el cohete.
Pero este enfoque tiene un gran número de inconvenientes. Para empezar, es muy caro y poco fiable. Los productos químicos utilizados en el combustible del cohete también son muy contaminantes y los numerosos cohetes lanzados pueden abrir agujeros en la capa de ozono de la Tierra.
La nueva visión eliminaría todos estos problemas. El coste de aplicar la tecnología de microondas en una nave espacial es mucho más pequeño que aquel asociado con la construcción y el lanzamiento de un cohete.
Otra ventaja sería que los cohetes de una sola etapa serían suficientes para más aplicaciones, eliminando la necesidad de crear sistemas con 3, 4 o 5 etapas. La consecuencia de ello sería los espacios útiles para la carga aumentaría de 2 a 5 veces con respecto a los niveles actuales.
Por lo tanto los lanzamientos espaciales costarían mucho menos, y además se trata de algo innovador y más interesante. Todo lo que hace falta para que esto ocurra es funcione el nuevo sistema de lanzamiento.
En marzo del 2011, la agencia espacial estadounidense debería concluir una prueba de viabilidad de los nuevos sistemas de propulsión con células solares. Si los expertos deciden que es factible, entonces podrían reasignarse fondos para crear el prototipo de una nave espacial y una plataforma de lanzamiento.
"La idea básica es la de crear cohetes que dejen su fuente energética en el suelo. Transmites la energía al vehículo desde el suelo", dijo Jordin Kare, presidente de Kare Technical Consulting.
Él y su compañía tienen acreditación por haber creado el sistema de lanzamiento por láser hace unos 10 años. Su principio de funcionamiento básico es que las microondas o los rayos láser incorporan un dispositivo intercambiador de calor a bordo del cohete.
El instrumento transforma la energía que recibe en combustible líquido, como hidrogeno, que luego se convierte en un gas caliente que será usado para impulsar la nave.
"Las personas podrán lanzar pequeños satélites para la educación, experimentos científicos, pruebas de ingeniería, etc., en cualquier momento deseado, en lugar de tener que esperar la oportunidad de compartir el viaje con un gran satélite", concluyó Kare, citado por Space.
Viviana Karin Rojas Cardenas
CI: 19632974
Circuitosde de Altas Frecuencias
news.softpedia.com
Durante años, los expertos en aeronáutica han intentado encontrar alternativas a los lanzamientos espaciales que se conocen hoy en día – un cohete impulsado por un motor de propulsión química. La propuesta alternativa sería que los científicos empezaran a utilizar rayos láser o tecnología de microondas para lanzar las naves espaciales.
Bajo el nuevo enfoque, llamado rayos de propulsión térmica (BTP), los haces de luz o microondas brillan en una nave espacial, proporcionando la energía necesaria que hace falta para alcanzar la velocidad adecuada para dirigirse hacia la órbita terrestre baja (LEO).
En este momento, el lanzamiento espacial es exitoso cuando el extremo inferior del cohete se enciende. La subsiguiente quemadura controlada levanta desde el suelo el cohete.
Pero este enfoque tiene un gran número de inconvenientes. Para empezar, es muy caro y poco fiable. Los productos químicos utilizados en el combustible del cohete también son muy contaminantes y los numerosos cohetes lanzados pueden abrir agujeros en la capa de ozono de la Tierra.
La nueva visión eliminaría todos estos problemas. El coste de aplicar la tecnología de microondas en una nave espacial es mucho más pequeño que aquel asociado con la construcción y el lanzamiento de un cohete.
Otra ventaja sería que los cohetes de una sola etapa serían suficientes para más aplicaciones, eliminando la necesidad de crear sistemas con 3, 4 o 5 etapas. La consecuencia de ello sería los espacios útiles para la carga aumentaría de 2 a 5 veces con respecto a los niveles actuales.
Por lo tanto los lanzamientos espaciales costarían mucho menos, y además se trata de algo innovador y más interesante. Todo lo que hace falta para que esto ocurra es funcione el nuevo sistema de lanzamiento.
En marzo del 2011, la agencia espacial estadounidense debería concluir una prueba de viabilidad de los nuevos sistemas de propulsión con células solares. Si los expertos deciden que es factible, entonces podrían reasignarse fondos para crear el prototipo de una nave espacial y una plataforma de lanzamiento.
"La idea básica es la de crear cohetes que dejen su fuente energética en el suelo. Transmites la energía al vehículo desde el suelo", dijo Jordin Kare, presidente de Kare Technical Consulting.
Él y su compañía tienen acreditación por haber creado el sistema de lanzamiento por láser hace unos 10 años. Su principio de funcionamiento básico es que las microondas o los rayos láser incorporan un dispositivo intercambiador de calor a bordo del cohete.
El instrumento transforma la energía que recibe en combustible líquido, como hidrogeno, que luego se convierte en un gas caliente que será usado para impulsar la nave.
"Las personas podrán lanzar pequeños satélites para la educación, experimentos científicos, pruebas de ingeniería, etc., en cualquier momento deseado, en lugar de tener que esperar la oportunidad de compartir el viaje con un gran satélite", concluyó Kare, citado por Space.
Viviana Karin Rojas Cardenas
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